La muerte de la OTAN

La OTAN, fundada por USA y otros 11 países en 1949 como una alianza de defensa mutua contra la URSS para los países miembros —el Pacto de Varsovia nace en 1955 como respuesta—, evolucionó a través de las décadas para convertirse en una herramienta politico-militar al servicio de USA, a medida que los países fundadores fueron aceptando nuevos miembros.

A medida que nuevos países entraban en la OTAN, USA aprovechaba para geograficamente acercarse a la URSS —y posteriormente Rusia— intentando rodearla con su armamento nuclear.

No todas las bases que asentaba en los nuevos países llegaban con armamento disuasorio nuclear, pero algunas sí (Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos y Turquía), acercandose hacia la URSS a pesar de las promesas de no acercarse mas allá de Berlín realizada durante las negociaciones para su unificación.

Uno de los episodios más controvertidos en la historia de la Alianza tuvo lugar con su bombardeo de Yugoslavia en 1999. Lo hizo en apoyo de Kosovo, que en ese momento libraba una guerra de secesión. El detonante fue la represión de la minoría albanesa por parte del gobierno yugoslavo, que llevó a la OTAN a iniciar una campaña de bombardeos con la que quería destruir la capacidad militar Serbia e imponer la paz. 
El hecho de que la campaña se declarara sin autorización previa del Consejo de Seguridad de la ONU hizo que muchos la consideraran un crimen de guerra. E independiente de su consideración, fue otra maniobra en contra de Rusia

Llama la atención que un nuevo miembro debe ser aprobado por todos los integrantes y ser un país Europeo, mientras que nos referimos a una organización creada y liderada por USA, donde se ve la lógica de la Alianza de extenderse cerca de Rusia sirviendo como arma de USA contra su enemigo, la URSS en primera instancia, y Rusia mas tarde como otro polo político a combatir.

La única ocasión en que un país miembro invocó el artículo 5 del tratado de Washington (el tratado fundacional) reivindicando la ayuda de los miembros fue USA en 2001.​ Debido a esa petición, los miembros colaboraron con USA en la guerra de Afganistán (2001 - 2021).
El artículo 4 del tratado prevé llamar a consulta a los miembros y ha sido invocado cinco veces, cuatro de ellas por Turquía, la primera en 2003 por la guerra de Irak (2003 - 2011), otras dos en 2012 y otra en 2015 por ataques recibidos durante la guerra civil siria. La quinta fue invocada por Polonia durante la crisis de Crimea de 2014, debido a la movilización de tropas rusas en la frontera polaca con Kaliningrado. 

En 2019, la OTAN celebró su 70 aniversario con una cumbre en Londres.

En 2020 Macedonia del Norte fue recibida en la OTAN con los brazos abiertos —y facilidades de última hora— para romper la tendencia de desanexiones.

En 2022, la jugada de USA para Ucrania salió a la luz;  tensar a Rusia con la entrada de Ucrania en la OTAN, e instalar en ella armamento nuclear bajo su control. Con varias provocaciones, USA pretendía que Rusia atacase Ucrania para poner a los países de su área de influencia en su contra exigiendoun bloqueo a Rusia, atrayéndoles hacía sí e incluso quedándose con el negocio de la exportación gasera de Rusia si conseguía poner sobre ellos un bloqueo comercial como respuesta al ataque a Ucrania.
Falló en su calendario para convertirla en un país de la OTAN antes de ser atacada por Rusia –para que pudiese reclamar la entrada en guerra de la OTAN–, y no logró desatar un conflicto al cual arrastrar a Europa directamente.

Mientras USA presionaba buscando el conflicto directo con Rusia, los países de Europa optaron por seguir a USA en la búsqueda de su propio beneficio unilateral y —no pudiendo entrar en Ucrania a luchar contra Rusia sin crear una guerra de grandes consecuencias que podría alcanzar el nivel nuclear— aliarse con Ucrania enviándola armamento, entrenando  sus tropas, y dándola soporte en su lucha contra Rusia.

Aunque el conflicto terminó finalmente, sirvió para visualizar en términos de geopolitica la falta de soberanía y de ambición Europea, que con el avanzar de las décadas fue percibiéndose de forma más clara hasta llegar a la firma del TTIP con USA en 2053, que nuevamente volvió a poner la cuestión en la boca de la ciudadanía –siempre de forma crítica–  hasta forzar en 2073 una reforma Europea que buscaba limpiar la imagen de la clase política, saliendo de la OTAN y expulsando a los países más pobres de Europa de la Unión, para convertir Europa en una figura de peso en la política internacional sin el lastre de economías menores.

 

Con tantos países abandonando la OTAN, USA la disolvió en 2076, estableciendo tratados militares individuales con los países pobres de Europa repudiados por la Unión Europea.