Al acercarse a ella, Minerva Unlimited parece una agencia de modelos,
strippers, pole dancers y escorts, pero si te has acercado a hacer
negocios con Minerva es que ya sabes que realmente es una particular
compañía que mezcla licencias de seguridad, y prostitución de lujo.
Escorts
Por
la parte de su licencia de prostitución, Minerva ofrece escorts desde
un book privado que gestionan con discreción. Solo profesionales que
hayan demostrado saber trabajar, tener clase, gran atractivo y buenas
opiniones de sus clientes pueden esperar trabajar con Minerva.
Las
escort son la actividad comercial mayoritaria de Minerva, pero no la
que de verdad deja beneficios ni la que define a la agencia.
Sicarias
La
verdadera naturaleza de la agencia es la seguridad, pero Minerva no
está en el negocio de los mercenarios; no subarrenda pelotones ni
vehículos militares, si no que ofrece los servicios de mujeres selectas
con entrenamiento que prestan servicios de guardaespaldas, asesinas, o
espias.
Este
es el servicio que está dando fama a Minerva Unlimited; la capacidad de
contratar mujeres entrenadas con buena imagen para usar sus encantos
además de las armas.
Y es un servicio que Minerva sabe cobrar bien.
Las
profesionales de Minerva solo empiezan a trabajar cuando están bien
entrenadas en combate, infiltración, manipulación y otras habilidades
que las sean necesarias como trucos informáticos, Interlingua, hurto,
cerrajería, ocultación de armas, manejo de venenos, medidas de seguridad
y otras.
El entrenamiento de las chicas es la principal ocupación (y coste) de Minerva.
Las que desarrollan sus habilidades y están dispuestas a combinar su
sexualidad con su entrenamiento para alcanzar sus encargos pueden
acumular buenas sumas y trabajar sin parar.
Minerva Unlimited opera con sucursales en los países de occidente, aunque busca bellezas de todas las culturas.
Minerva
todavía no es demasiado conocida, y justo ese es el perfil que
prefieren mantener, pero algunos de sus trabajos ya han empezado a
atraer atención.
En
una fiesta en Palo Alto por la ronda de financiación de una empresa
tech, dos strippers japonesas blandiendo katanas asesinaron a los directivos, lo que hizo pensar en ejecutoras de la Yakuza.
En el barrio rojo de Amsterdam, una prostituta rompió su
vitrina y salió a la calle acuchillado a un viandante antes de
lanzarse al canal a una lancha y escapar. La prostituta era nueva en el
negocio y el hombre asesinado el sysop de un nodo de pederastia.
En
Berlín, el asesinato de tres corporativos y sus guardaespaldas
en un local de streptease de Charlottenburg por parte de una nueva
stripper, atrajo a las fuerzas policiales, pero la stripper logró
escapar dejando la sensación de asesina a encargo.
Todos
estos casos tienen en común anticipo, danza, y una mujer exuberante
infiltrada en el servicio que la víctima consumía. Por el momento, los
casos no han trascendido internacionalmente.