Seghal le explica a Cairon que Calandra ha estudiado un supuesto portal que se encuentra en la montaña Moloch, en la pirámide dorada de Rhazzazor, y que habrá vuelto allá si no conoce otras formas de viajar a la esfera de los demonios.
Cairon y Seghal regresan a Warunk en nueve días robando otros caballos. Son dos días por la Hoz Negra y siete a todo galope forzando a los caballos —y robando otros cuando están demasiado fatigados—.
Allí cabalgan directos a la montaña Moloch donde Seghal se queda guardando la entrada. Cairon se interna en los túneles y desciende hasta la pirámide dorada —donde murió aprisionada la Reina Regente Emer en 1028 CB—.
En la entrada de la pirámide dorada, siervos de Calandra —traidos del monasterio para ayudar— impiden que nadie entre a molestar a su líder, incluyendo a Cairon, quien los vence y entra a la pirámide.
Allí se encuentra con Calandra, quien tras días está intentando abrir el portal a la esfera de los demonios. Dio instrucciones de no ser interrumpida para concentrarse en el portal, pero no pensó que no distinguieran aliados. Con algunos intentos más, Calandra logra abrir el portal.
Calandra y Cairon atraviesan el portal a la esfera de los demonios. Es un mundo caótico en el que unos diablos huyen al ver su llegada a avisar a sus señores. No pasa mucho tiempo antes de que vuelvan a por ellos demonios, y con ellos el propio Zulgaroth.
Zulgaroth no parece interesado más que en observar como sus siervos les hostigan y lanzarles una oleada tras otra. Finalmente comprenden que no pueden luchar en esta esfera y Calandra abre el portal de nuevo para retroceder y escapar de vuelta a su esfera.
De vuelta a la pirámide dorada, Calandra nota que no es capaz de cerrar su portal, como si una fuerza presionase para mantenerlo abierto, y entonces recuerdan las palabras de Azaril —que Zulgaroth la estaría esperando— y comprenden que hacerles huir para entrar a Dere por el portal de huida de Calandra es parte de su plan.
Para redimirse, Calandra sugiere que Cairon la mate para así convertirse en el Primer Paladín y poder enfrentarse a Zulgaroth como dijo Azaril. Cairon prefiere morir él y además teme que no domine los portales como Calandra. Calandra se despide de su amor y lo mata para convertirse en la Primera Paladín, mientras Zulgaroth entra en Dere.
Con el poder de los siete despertados en su sangre, Calandra se enfrenta a Zulgaroth. En primer momento cierra el portal para que sus siervos no crucen a este lado, pero a medida que la lucha se recrudece y las fuerzas de demonio y la Primera Paladín fallan, vuelve a abrirlo para tirar a Zulgaroth por él de vuelta a su esfera y cerrarlo de nuevo atrapándolo allí.
Herida, llorando por su amor perdido, y llevando a cuestas el cadáver de Cairon, sale de la montaña para encontrarse con su padre, quien atiende sus heridas.
Calandra continuará a la cabeza de su nueva iglesia en el monasterio de
la Hoz Negra, escindida de la de Azaril, y no perderá de vista aumentar
su poder para finalmente destruir a Zulgaroth y vengar a Cairon. Azaril y
ella mantendrán una rivalidad personal además de política.