Convertido en lechuza, Cairon escapa de los Rondrianos cuando entran al templo. En Warunk, queda como proscrito en busca y captura junto a su padre.
Volando rápido para perseguir a Azaril, Cairon no la localiza ni extramuros, pero entonces repara en que entra con su padre y unos guardias a la montaña Moloch, donde les sigue hasta una sala donde llega a tiempo de ver cómo atraviesan un portal mágico que se cierra tras ellos dejándolo atrás.
Rabioso, Cairon espera unas horas a que la transformación se disipe, y desnudo y sin su equipo investiga el portal, consulta al consejo de Borbarad, y descubre que ese portal —construido por Azaril bajo la guía de Zulgaroth— usa un conjuro particular de Azaril que solo ella conoce para tener su propia puerta segura hacia su monasterio —Probablemente tenga otros portales por Aventuria—.
En el pasado, Azaril tuvo otro monasterio en las montañas del Yunque, pero fue conquistado en 1002 CB por Rohal. Este nuevo monasterio lo construyó en 1005 CB amplio y lujoso para ser punto neurálgico de la Iglesia de Borbarad y sede de su plan de crear al Primer Paladín.
Al día siguiente, con la caída de la noche, Cairon sale de la montaña a robar ropa, pero no encontrando acaba por dirigirse a la rosa espinada —el burdel de Dolorosa— donde le consiguen ropa y un baño caliente.
Sin perder tiempo, Cairon escapa en sigilo de Warunk y vuelve a usar su don para transportarse sobre, y más allá de la muralla, escapando rumbo al monasterio.
El primer día de viaje, Cairon debe conseguir nuevas armas y equipo en su viaje, y comienza por asaltar y matar a una pareja de Rondrianos para hacerse con su armadura y espada.
El tercer día de viaje, mata a otra pareja de Rondrianos de patrulla (en este caso montados) para robarles un caballo.
A partir de esto, el camino de Cairon hacia la Hoz Negra es de bandidaje y caza para alimentarse, hasta llegar a las montañas al octavo día de viaje abandonando el caballo
De allí comienza la búsqueda del monasterio por las montañas, hasta divisar el monasterio y llegar a él el vigesimocuarto día del viaje. Al llegar, Cairon espera a la noche para infiltrarse en el monasterio usando su don para trasladarse a una balconada elevada y explorar desde allí.
El monasterio duerme, pero es grande y elegante, construido con opulencia. Solo hay luz en la gran biblioteca y algunas salas, en una de las cuales encuentra a Calandra después de casi tres meses.
Calandra es ahora pupila de Azaril, pero en secreto prepara su traición. En el monasterio, ha asesinado a los dos despertados que quedaban empujada por el don, y ha desarrollado su poder de crear portales llegando a ser Portifex Máximus de la Iglesia de Borbarad.
Calanor está encerrado en una celda, tanto por traidor a la iglesia como por si Cassio o Cairon pensasen en que se sacrificase para invocar a Zulgaroth.
Calandra lleva a Cairon a sus aposentos para finalmente acostarse con él.
Más avanzada la noche Calandra explica que Azaril no está en el monasterio actualmente ya que tiene otros lugares —y que de hecho este monasterio está fuera del alcance de sus portales, una protección de Zulgaroth para el principal refugio de Azaril—, por lo que ella es en su ausencia la cabeza del monasterio.
Calandra tiene también un grupo de leales con los que planea —pues ha abrazado sinceramente el Borbaradismo— iniciar una revuelta y reformar la iglesia desde dentro para que la magia llegue a todas las personas —a través de la magia de sangre— como Borbarad prometió, pero enfatizando esto como pilar de la Iglesia.
A la mañana siguiente, Calandra presenta a Cairon al monasterio y bajan a las mazmorras a visitar a Calanor pero sin liberarle para mantener las apariencias. Azaril le torturó y le sacó su ojo derecho.
Calandra explica también que ha conocido a Serghal, el hombre que violó y embarazó a su madre. Seghal y Calanor fueron amantes de Azaril en su año, pero Calanor traicionó a la Iglesia y Seghal se quedó en ella.
Cairon visita la sala del ritual donde nació Calandra hace 23 años.
