domingo, 26 de agosto de 2018

Vulcanos


Ya hablamos de Vulcano en otra entrada. Ahora vamos a hablar de sus gentes de sus desiertos, la cultura Vulcana; un pueblo del desierto, avanzado pero anclado en sus tradiciones ancestrales, una raza pasional que rechazó los sentimientos y abrazó la lógica en su evolución mientras que una escisión de su pueblo marcharon del planeta para formar los Romulanos, rechanzando el camino de la lógica, y que todavía hoy siguen enfrentados a pesar de ser una misma raza.




Biología Vulcana
  • Orejas y cejas puntiagudas.
  • Gran fortaleza y resistencia física, poseyendo una fuerza tres veces mayor que la de un humano debido a la gravedad de Vulcano. 
  • Corazón ubicado en el costado inferior izquierdo del tórax (a la altura donde los humanos tienen el bazo). 
  • Pulso normal suele ser 242, y casi no tienen presión arterial.
  • El compuesto transportador de oxígeno en su sangre presenta un átomo de cobre en lugar de uno de hierro, lo que tiñe su sangre de verde. Tampoco es salada. 
  • Eminentemente vegetarianos   
  • Dientes extra; tricúspide anterior y tricúspide posterior
  • Tracto digestivo muy adaptable, con facilidad para digerir diversas comidas.
  • Especialmente adaptados para la supervivencia en ambientes deserticos; Capacidad para varios días sin comer o beber, párpados interiores que protegen sus ojos, sistema respiratorio eficiente para extraer oxígeno de la delgada atmósfera. Se sienten más cómodos en altas temperaturas.
  • Poco cloruro de sodio usado por el organismo en comparación con el humano.
  • Gran sentido auditivo, y las mujeres un desarrollado olfato, que las hace sensibles a muchos olores imperceptibles para otras especies. 
  • Hasta 2 semanas sin dormir bajo estrés.
  • Esperanza de vida superior a los 200 años.
  • Su organismo puede sobrevivir 24 horas una vez extirpado su cerebro.
  • Sensibles a los gradientes neutrónicos, el óxido nitroso, y al mineral trelium-D, el cual destruye sus tejidos neuronales volviendo al sujeto violento e irracional. (Existe un tratamiento, pero debe ser suministrado en corto plazo, antes de que la afección se vuelva irreversible).
  • Resistentes a la cafeína y las sapotoxinas.
  • Potencial telepático, aunque solo una minoría y solo con contácto físico. 
  • Periodo de celo extremo cada 7 años (pon farr).

Historia

En un primer momento, los vulcanos tuvieron una violenta historia como seres extremadamente emocionales que estaban en guerra casi constante entre sí. Creían en una variedad de dioses, y al avanzar su tecnología finalmente llegaron a un punto en que su naturaleza violenta amenazaba con extingir la especie.

En función de tales emociones, crearon la Piedra de Gol, un arma letal capaz de amplificar los sentimientos hostiles y el poder mental. La posesión de dicha arma estuvo a punto de extinguir a la especie vulcana.

La Piedra de Gol se dividía en tres partes, representadas por símbolos. Dos de ellos hacían alusión a la muerte y la guerra, el tercero, que correspondía a la parte central del arma, representaba la paz.
Surak vio en tal simbología la forma de protegerse del arma: pensar en la paz, dejando atrás todo pensamiento hostil.
Liderado por Surak, Vulcano inició una nueva era, denominada Tiempo del despertar (Siglo 3 de la Tierra), abrazando una filosofía que planteaba la represión de las emociones para alcanzar un estado de autocontrol capaz de alejar todo deseo de conducta violenta. Asumida la nueva ideología, la piedra de Gol (un resonador psiónico a todas luces) fue desmantelada para siempre.
En opinión de muchos, la piedra jamás existió y forma parte de la tradición mitológica vulcana, la cual dice que fue destruida por los dioses.

A pesar de que esta nueva filosofía se extendió rápidamente a través de Vulcano, una minoría rechazaron los ideales de Surak. La guerra comenzó a incluir el uso de armas nucleares que se llevaron la vida del mismo Surak.

No todos los vulcanos aceptaron la filosofía propuesta por Surak. Tras varios enfrentamientos, un grupo terminó por dejar el planeta para buscar un nuevo mundo en el cual formar una sociedad acorde con los antiguos ideales; fueron llamados romulanos.

Aunque Vulcano abrazó los preceptos de la lógica, en el siglo 22 muchos vulcanos tomaban por mito la figura de Surak, y entre sus creyentes también había cismas sobre exactamente cuales eran las enseñanzas de Surak, ya que las escrituras originales de Surak (el kir'Shara) ya no existían en el siglo 22, aunque habían sobrevivido en las copias de sus seguidores. (Incluso fueron traducidas al inglés antes de 2152).

P.ej, hubo un grupo de vulcanos, los V'tosh ka'tur o Vulcanos sin lógica, constituyendo una minoría mal vista y rechazada por la sociedad vulcana que promovían que las enseñanzas de Surak no era la purga de las emociones, si no su dominio.

Otro grupo fueron los Syrranitas, seguidores de Syrran que promulgaban que Vulcano había abandonado las verdaderas enseñanzas de Surak. Su lider Syrran en 2137 encontró un arca katrica que poseía el katra del mismo Surak, preservado antes de morir. Syrran se fusionó con el katra de Surak, hasta que murió en 2154 en una tormenta de arena, transfiriendo el katra de Sural al humano capitán Archer, quien a través de visiones de Surak encontró el Santuario de T'Karath y el Kir'Shara.

Después de que Archer terminó su búsqueda, el katra de Surak fue colocado en la mente de otro sacerdote vulcano, y el hallazgo del Kir'Shara marcó el comienzo de la Reforma de Vulcano.


Política

Los vulcanos descubrieron la velocidad Warp por lo menos 1000 años antes de Cristo.  (Cuando el monasterio de P’Jem fue construido a varios años luz de Vulcano).

En el siglo XXII el Alto Mando Vulcano , quien anteriormente solo tenía la exploración espacial y la defensa planetaria dentro de sus competencias, ganó más control sobre asuntos civiles. Bajo el liderazgo del Alto Mando, la política de Vulcano hacia otros planetas se hizo más agresiva e intervencionista, utilizando el antiguo monasterio P’Jem para espiar las actividades de Andoria.

Los vulcanos tuvieron serías disputas con sus vecinos, los andorianos, con quienes habían llegado a un acuerdo de no agresión, pero que no evitaba las sospechas e incidentes. Esta disputa fue la causa del enfriamiento de las relaciones entre los vulcanos y los humanos, cuando un grupo de andorianos destruyó P’Jem.
La intervención humana fue crucial para el descubrimiento del puesto de vigilancia por parte de los andorianos y su posterior destrucción pocos meses después. Tales sucesos originaron la retirada temporal de Soval, embajador jefe vulcano en la Tierra (y de la subcomandante T'Pol, de la nave NX-01 Enterprise)
Casi a finales del año 2152, los vulcanos tuvieron un nuevo conflicto con Andoria causado por la entrada de andorianos en un planeta clase-D deshabitado llamado Paan Mookar, situado en la frontera entre ambos sistemas, y sobre el cual regía un acuerdo cerrado cien años atrás para la no colonización, dado su particular ubicación (Ya en el año 2097 el planeta había sido fuente de un enfrentamiento armado entre ambos pueblos). Los vulcanos enviaron fuerzas de asalto al planeta dando comienzo a una guerra de guerrillas. La crisis no llegó mucho más lejos gracias a la mediación del capitán Jonathan Archer y a los intentos de acercar posturas de los líderes de ambas fuerzas, el comandante andoriano Srhan y el embajador vulcano Soval.

Con la reforma, Vulcano se volvió menos tolerante con los excesos políticos y filosóficos del Alto Mando, especialmente viendo las purgas contra el grupo Syrranita. El descontento acabó en el derrocamiento del Alto Mando (y de su líder, V’Las, que estaba secretamente aliado con los Romulanos), llegando a una reestructuración del gobierno de Vulcano, bajo la dirección de Kuvak y T’Pau. Uno de los primeros actos del nuevo gobierno fue poner fin a la política de retener la expansión humana en la galaxia. El gobierno de Vulcano avanzó hacia una democracia representativa sana, donde el avance político individual se basa en principios de meritocracia.

Hacia los siglos XXII y XXIII, contactaron con los cardassianos, Trill, Tholianos, Klingons, y decenas de otras. En el siglo XXIV, el Ministerio  de Seguridad de Vulcano es el V’Shar.


Cultura

Para una raza intensamente lógica, los vulcanos tienen grandes creencias espirituales. Su sistema religioso es politeísta .

También creen en el Katra , el alma y la consciencia de una persona. Los vulcanos creen que el katra es transferible de una persona a otra antes de la muerte. Para el raro caso de que un fallecido o moribundo que ya ha transferido su katra se recupere, contemplan el ritual llamado fal-tor-pan, que tiene por objeto la devolución del katra, y es considerado de extrema peligrosidad para sus participantes.
Hasta 2285 la ceremonia no se había realizado por centurias, cuando Sarek pidió el ritual para su hijo Spock, luego que este regeneró su cuerpo en el planeta Génesis.
Los vulcanos consideran la muerte como la culminación de un viaje. Por lo tanto, no temen a la muerte, sin embargo, la pérdida del katra es algo que es necesario evitar si es posible, ya que el katra supone la vida más allá de la muerte física.

Los vulcanos no suelen ser violentos, pero la lógica dicta que el combate es a veces necesario. Los vulcanos usan armas y prácticas de artes marciales llamadas tal-Shaya, y suus Mahna.

Los vulcanos son conocidos por su alto grado de honestidad. Son muy reacios a contar una mentira , y de hecho se exagera que "los vulcanos no pueden mentir". Sin embargo, lo harán si lo consideran lógico, a pesar de que rara vez se refieren a su falta de honradez como “mentira”.

El desarrollo de la lógica en la vida de un Vulcano comienza a una edad temprana. los padres vulcanos se ayudan de herramientas de aprendizaje, tales como los pleenoks , para entrenar a sus hijos en la lógica primaria. Los niños vulcanos aprenden a desprenderse de sus emociones a una edad temprana.

Como padres, los vulcanos no ocultan a sus hijos la verdad. Si lo hacen, es sólo disminuir su capacidad para hacer frente a las inevitables dificultades. El apego de los padres Vulcanos a sus hijos no se puede describir como una emoción. Ellos son parte de la identidad del padre y el padre está incompleto sin ellos. Los vulcanos creen que el conocimiento es la mejor defensa contra los peligros desconocidos, y dedicarse al estudio con inteligencia y lógica les convierte en unos de los mejores estudiosos de la Federación.

Los vulcanos a veces son emparejados por sus padres a los 7 años. La pareja se une en una ceremonia telepáticamente que es “menos que un matrimonio, pero más que un compromiso matrimonial”. Cuando maduran sexualmente el Pon Farr les obliga a tener sexo, siendo muchos de sus matrimonios celebrados sobre la veintena.

Si, por cualquier razón, la mujer no desea seguir adelante con el matrimonio se lleva cabo el koon-ut-kal-if-fee “Matrimonio o Desafío”. El hombre debe luchar a muerte por el derecho de conservar su compañera contra un rival de la elección de esta. La mujer pasa a ser propiedad del varón que gana el concurso, a menos que opte por su liberación. Una vez el matrimonio se ha celebrado, existe el derecho al divorcio.

El pon farr tiene lugar cada siete años de la vida adulta del vulcano (alcanzan la madured sexual sobre los 15 años). El pon farr causa un desequilibrio neuroquímico que puede derivar en locura y obsesión, y que además quita el apetito e interrumpe el sueño y la concentración. Llegado el pon farr, si no se colma el apetito sexual, en 8 días el organismo alcanzar un estado bioquimico que puede causar la muerte.

Sobre los 7 años, antes de sufrir su primer pon farr, los vulcanos tienen un ritual de paso a la madured, el kahs-wan, que consiste en sobrevivir 10 días sin alimentos, agua ni armas en la zona de la Fragua de Vulcano (una zona con tormentas de arena eléctricas, donde la tecnología no funciona debido a anomalías geomagnéticas y habitan sehlat salvajes). Los orígenes del kahs-wan se originan en los antiguos días guerreros de Vulcano, cuando los vulcanos recurrieron a la lógica, pero razonaron que necesitaban mantener las pruebas de valor y fuerza para evitar que la lógica pura los volviera débiles e indefensos. También puede afrontarse el ritual mas adelante, pero es indispensable para comenzar el kolinahr.

El tal’oth, es otro antiguo ritual de los tiempos guerreros, referido a las habilidades de supervivencia. El vulcano adulto es enviado al desierto a permanecer totalmente aislado durante cuatro meses en él, armado sólo con una espada ceremonial para defenderse o conseguir alimentos.

Contrariamente al estereotipo, los vulcanos poseen emociones, de hecho, las emociones de los vulcanos son mucho más intensas, violentas y apasionadas que los de muchas otras especies, incluyendo los humanos. Estas explosiones incontroladas de emotividad pasional se culpan como causantes de las guerras que casi destruyen el planeta. Como resultado los vulcanos han centrado sus energías mentales en el dominio de las mismas.

La esencia de su sociedad lógica es llegar a la verdad a través del proceso lógico. Las emociones son ilógicas, lo que les hace impuras, y disuasorias de la verdad. Los vulcanos nacen con las mismas emociones que afectaron a sus antepasados violentos, pero el acondicionamiento mental continuo generalmente les da la impasibilidad que buscan.

Aunque no todos pueden llegar a la etapa final de lógica pura, el proceso exigente de control mental da a los vulcanos lo suficiente como para cumplir con los ideales de la sociedad de Vulcano. El último nivel de pensamiento lógico se logra a través de superar el ritual de kolinahr , que purga todas las emociones. Un iniciado en kolinahr tarda entre 2 y mas de 6 años en prepararse.

Gastronómicamente, la mayoría de vulcanos modernos son vegetarianos. No tocan los alimentos con las manos.
Se espera que los huéspedes en un hogar de Vulcano se levanten antes del amanecer para preparar la comida de la mañana. El caldo plomeek se considera un desayuno tradicional vulcano.
Fermentan vinos, especialmente uno similar al Oporto. Si bien hay ciertas afirmaciones que niegan que los vulcanos beban alcohol, pero es una preferencia personal bastante común.


Telepatía vulcana

Una minoría de los vulcanos tienen capacidades telepáticas. Si bien no pueden leer la mente a distancia (como hacen los betazoides), por medio del proceso de fusión mental son capaces de unir su mente a la de otro individuo, para lo cual ponen una mano sobre el rostro de la otra persona, gesto acompañando de un gran esfuerzo de concentración.

Durante muchos años, la técnica fue mal vista por la sociedad vulcana, e incluso considerada sancionable. Finalmente, acabó siendo aceptada, sin perjuicio de que aún cause rechazo entre las autoridades del planeta.

La fusión mental, llevada a cabo sin la preparación y la concentración necesarias, puede originar el síndrome de Pa’nar, enfermedad que afecta las vías sinápticas y que con el tiempo causa la muerte. Las autoridades vulcanas, dado el rechazo que tienen a la fusión mental, no han considerado al síndrome dentro de las prioridades del Consejo Médico vulcano. Con todo, ha sido estudiado y se dispone de algunas medicinas capaces de ralentizar sus síntomas, pero que no curan el mal. La única solución es recurrir a una nueva fusión mental con un experto en el proceso.

La telepatía vulcana es fruto de su neurología. Su cerebro es complejo y se estructura en capas. Un cuerpo vulcaniano del que se ha eliminado el cerebro es capaz de funcionar e incluso caminar catatónicamente con un sistema de soporte vital.

Como consecuencia de su neurología, a diferencia de la mayoría de las especies humanoides, los recuerdos traumáticos no sólo son psicológicamente inquietantes sino que además tienen consecuencias físicas. El cerebro de Vulcano, al reorganizar las conexiones neuronales puede resultar literalmente en una lobotomización.

Los vulcanos han aprendido a controlar conscientemente muchas de sus funciones cerebrales (la meditación vulcana tiene un sentido físico, además de filosófico o reflexivo), lo que les permite regular sus cuerpos a un nivel muy alto por la mera fuerza de voluntad. Al ser herido, los vulcanos muy adiestrados pueden llegar a entrar en un trance para potenciar la reparación de la lesión. Este trance puede ser auto-inducido y dar una apariencia física similar a la muerte.