martes, 16 de marzo de 2021

Historia élfica (Auge y caída de los Altos elfos)

Continuando la primera entrada sobre cultura élfica, podemos profundizar en los orígenes de los elfos mas allá de la información que da el almanaque de Aventuria.

Elfos de la Luz

Debemos remontarnos a la Úndecima Edad. Alrededor del 9000 ACB, para ubicarnos en el momento en que Mandalya abandona la Luz y llega a Dere. Después, el resto de elfos de la Luz (asdhar'e) que habían sido soñados por ella, la siguen animados y liderados por Simias. 
 
En estos primeros tiempos de la especie, todos los elfos de la Luz llevaban en su hombro el signo de la estrella, una marca de nacimiento que incluso hoy define a los portadores de la estrella, elfos destinados a grandes habilidades y maestría.
 
Hablaban Asdharia, una versión antigua del Isidhira con caracteres mas ondulados y elegantes, que o bien desarrollaron en Dere, o bien ya existía en sus mentes en la Luz.
 
Desarrollaron la comprensión de nurdra y zerza, así como la distinción entre mandra, taubra y zertaubra. Después de numerosos enfrentamientos con los numerosos orcos y goblins en las Piedras Salamandras, alguno perdio la vida y aprendieron a apreciar la existencia.
 
A la elfa Orima, la diosa Nurti se la apareció y la enseño a procrear con sus cuerpos, naciendo los primeros Altos Elfos. Orima fue esposa de Simia y acabaría por ser adorada como Diosa del destino. Con Simia, concibió a Vayadona la primera elfa nacido.


Altos elfos

Los elfos nacidos fueron los fenvar'e. Simia se convirtió en el primer gran rey de los Altos elfos y los Elfos de la Luz le sirvieron como líderes, maestros y gobernadores. Los Altos elfos dieron a los Elfos de la Luz el nombre de Antiguos Elfos.

La mayoría de los Altos elfos solo podían seguir su vocación mostrando su talento a través de su magia. Valoran el tamaño, la pompa y la artesanía. La filosofía, el arte, la música, la arquitectura, la retórica y otras actividades intelectuales y artísticas eran las piedras angulares de su sociedad. Los mejores en estos campos eran también los más respetados.
En sus logros, sin embargo, el genio inspirado y la locura se mostraban estrechamente relacionados y dieron testimonio de su obsesión por la perfección.
Los elfos nobles son los fundadores de la magia moderna. Su atención se centró inicialmente en los artefactos mágicos, más tarde (después de la revelación de Pyr) también en el elementarismo. Su magia se diferencia significativamente de la magia intuitiva de los elfos de hoy.

Entre el 9000 y el 7000 ACB los Altos elfos deben luchar para defender sus tierras en las Piedras Salamandra de trolls, ogros, orcos y un sin fín de criaturas que las consideraban su hogar. mientras se extienden para reclamar mas tierras. 
 
La mayor batalla que tuvieron que afrontar fue una de 12 días y 12 noches en la que repelieron a decenas de miles de siervos del Innombrable que buscaban apropiarse de una piedra estelar caída del cielo que Simia atesoraba.  

Para el 6500 ACB, algunos Altos Elfos habían roto el contacto con sus hermanos nobles y se habían quedado viviendo en las piedras Salamandra sin extender su sociedad por Aventuria por miedo al badoc (perder la esencia élfica y mundanizarse), siendo el germen de los elfos de los bosques.
 
 
El imperio de los Altos Elfos

Para el 5000 ACB, los Altos elfos se habían extendido por norte y centro de Aventuria extendiendo su imperio. Simia muere y su esposa Orima es la nueva Reina. Sobre el 4500 ACB crean también el mundo mas allá de la niebla, unas tierras de descanso más allá de lo terrenal destinadas al reposo.

Adoraban a su panteón de cinco dioses; Nurti, también llamado Nanurda, el dador de muerte, Zerza, el de la cabeza de lince, Simia, la diosa de las artes, y Orima, diosa ciega del destino representada con una copa y una espada.

En 4698 ACB El Gran Dragón Pyr'dacon (llamado Pyr) se reveló a los elfos nobles y les dio poder sobre los elementos.
En 4631 ACB Pyr ordena a los elfos nobles que construyan las seis ciudades elementales y les promete las llaves elementales de las que él era custodio.
En 4121 ACB Pyr engatusa a Orima (con promesas de resucitar a Vayadona, que había muerto en la batalla de Simias contra las huestes del lider orco  Gruschar Tirturahuesos, jurando Orima sobre su cadaver que la resucitaría) y juntos crean a Bhardona a partir del más poderoso de los Trece calderos de las fuerzas primigenias.

A partir de este punto, los Altos Elfos adoraban a Pyr ya como un Dios, edificándole templos y siguiendo su voluntad. Su imperio medró bajo el liderazgo de Pyr y Bhardona, quien en secreto, no servía a su creador Pyr si no que acabó entregándose al Innombrable (acabaría por crear a los shakagra, los elfos oscuros, los Feylamia, vampiros elfos, y otras criaturas, siempre con el fín último de destruir y corromper). 
 
Sobre el 4000 ACB, Fenvarien sustituye a Orima como Rey de los Altos Elfos, y llegará hasta nuestros días como Rey.
 
También sobre el 4000 ACB el imperio de los Altos elfos había levantado ciudades, destacando las grandes ciudades elementales

- Mandalya (ciudad del fuego, en el volcán Ceälan en el lago Lamprea)
- Tie'shianna (ciudad del mineral, capital en el desierto de Khom)
- Simyala (ciudad de la tierra, donde en 1023 ACB se encontraron los textos perdidos de su biblioteca)
- Isiriel (ciudad del agua, hundida por gigantes y dragones)
- Vayavinda (ciudad del aire, Pardona creó a las arpías para atacar esta ciudad, que se cree que hoy podría flotar sobre Myranor)
- Vayafendur (ciudad del hielo, una alta columna de hielo en la que Bhardona asesinó a su creador causando su derribo menos de 100 años tras ser erigida. Unos 2000 elfos huyen al yermo helado convirtiendose en Firnelfen, los elfos de las nieves).

También se erigieron otras ciudades;

- Darialya (en la estepa del cráneo orco)
- Liretena (una ciudad corrupta por el zerzal)
- Vhalabiunvay
- Shian' wa (ciudad portuaria en la costa del Mar de los 7 Vientos en la desembocadura del Nalayr)
- Adha'bangravar
- Adha'Rhianvar (en el Filo de Hierro, frontera con Rieslandia)
- Carhaneola (ciudad de vidrio y luz)
- Andion (puesto de avanzada al norte de Mandalya)
- Sassandra (ciudad en Rulat, Tobrien, edificada para custodia un pozo de Charyptoroth) y otras.  
 
En 2393 ACB la gigante Chalwen avisó a los elfos mediante una profecía de la falsedad de la adoración a Pyr, y los Altos elfos se vuelven contra su antiguo Dios. 
 
En 2354 ACB para castigarla por esta profecía, Pyr'dacon causa un cataclismo en la región de Chalwen (La zona inferior de Warunkia hasta Maraskan, pasando por Aranía). Este cataclimo crea el Golfo de Perricum y desgaja Maraskan de Aventuria. Chalwen y los sumurreanos, el pueblo de Chalwen, son expulsados al mar.   
 
 
Segunda Guerra de los Dragones
 
En 2300 ACB comenzaron las guerras previas a la Segunda Guerra de los Dragones, que finalmente estalló en 2261 ACB cuando la soberbia de Pyrdacor creció hasta que pensó en desafiar Alverán de nuevo como en la Primera Guerra de los Dragones (en la que guerreó y perdió contra Famerlor por el privilegio de servir a los 12 Dioses en Alverán o de servirlos desde Dere).
 
Así empezó la Segunda Guerra de los Dragones. Los Grandes Dragones que protegían Dere rápidamente acudieron contra Pyrdacor y sus aliados. Pyrdacor se atrevió incluso a formar una alianza con el Innombrable para afianzar su poder.
 
Para 2201 ACB las ciudades de los Altos elfos han caído o están en sus últimos momentos. Tie'Shianna es destruida este año por las hordas del Innombrable. El reino de los elfos nobles se desmorona y los supervivientes deben refugiarse en las islas de la niebla (un glóbulo en la cuarta esfera).  
 
En la caída de Tie'shianna, el Rey Fenvarien es capturado por las hordas del Innombrable y encerrado en las mazmorras para que viva atrapado o acabe por quitarse la vida. 
 
En 2099 ACB Pyrdacor es destruido, pero antes coloca Zze Tha, el reino de sus adoradores Achaz, a salvo en un glóbulo fuera de Dere con un poderoso ritual (Chr'Szess'Aich, similar al usado por los Altos elfos). Lo que queda de Zze Tha (que fue conocido como el Jardín de Pyrdacor) es el desierto de Khôm y Wal-el-Khomchra.
 
El tesoro legendario del dragón dorado, con todos sus poderosos artefactos, se perdió en la historia.
 
El imperio de los Altos elfos fue cayendo en el olvido.