Es un pequeño feudo, unas colinas cubiertas de viñedos a cuyos alrededores se levantan las casas de los labriegos. Una torre de tres pisos se levanta vigilante, rodeada de su muralla y foso –puente levadizo y rastrillo– como residencia del señor del feudo.
Es destacable que el 1 de Praios de 1028 CB el señor de este humilde feudo, Dieter Tarlik, organizó un torneo al que acudieron 82 pretendientes, con la intención de ser el heredero de Tarlik a su muerte siempre que jurase lealtad a Isora de Elenvina en la guerra contra Albernia (1028 CB - 1032 CB).