lunes, 15 de septiembre de 2025

Tours-en-Savoy


Más allá del pueblo de Tours-en-Savoy, hay un paso de montaña tras el cual puede hallarse un sendero poco transitado. Este sendero cruza las montañas y desciende hacia el gran desierto, pero sin tomar el sendero, entre montañas puede avanzarse unas 30 millas hacia el sureste hasta el valle de los Tres Arcoíris, límite de facto de Horasia al Este (normalmente, 12h caminando por este abrupto terreno desde Tours-en-Savoy). 
 
Estas 30 millas son básicamente la zona (poco) patrullada por los hombres de Justin Saint-Égréve, que bien sabne que los encuentros con arpías son frecuentes
También esta es la zona cuyos pequeños bosques de montaña sirven de hogar para los reclusivos druidas de Runcius Malevol, el Hombre Oscuro de los Bosques. 

Una vez se alcanza el valle, se ve en él un lago claro como el cristal, donde en su orilla se alzan la ruinosa crestería y las fantásticas torres del castillo Xyntillan, junto a un bosque de montaña. Nadie sabe cuánto tiempo hace que el inmenso y anárquico edificio se erigió, solo que se hizo sobre los restos de una estructura mucho más antigua.
Se dice que desde aquellos tiempos, los Malevol han estado arropados por el mal y la muerte, convirtiéndose muchos de ellos en nomuertos al finalizar sus vidas... y quedándose en el castillo familiar conviviendo con sus familiares vivos. Se dice que una antigua maldición pesa sobre el linaje como castigo por alguna afrenta a Los Doce o a Boron.


El saber local dice que el nombre del valle le vino dado antaño, cuando la propia Tsa se apareció aquí bajo tres arcoiris. Los lugareños cuentan de sus antepasados que ya discutían acerca de si la ermita construída para honrar esta aparición está en el lugar exacto donde Tsa se apareció mientras tres arcoiris cruzaban el cielo.

Los dueños de Xyntillan, la familia Malevol, han gobernado esta parte de la montaña desde hace decenas de generaciones, cómodos guardianes de la frontera Este de Horasia en la montaña, y cada generación ha contribuido a Xyntillan a su manera. Su corrupción y curiosos hábitos (que nunca los han puesto en buenos términos con las 12 Iglesias y el Trono de Horasia) ensombrecieron su reputación. Durante la guerra de Borbarad, los Malevol aportaron a regañadientes o tarde los Florines que el Trono exigió para enviar la lucha a las Tierras Sombrías, lo que acabó por destruir su reputación a ojos de Horasia y del Trono.

Al fin, el cabeza de familia actual, Jean-Giscard Malevol, decidió tras el fin de Borbarad mudarse a Vinsalt a su otro palacio, más pequeño, pero también más elegante y barato de mantener que la sede de su familia, que dejó a merced del tiempo y los elementos. Sin embargo, la historia no acaba ahí, pues los fabulosos tesoros de Xyntillan y sus maquiavélicas trampas fascinan a buscadores de fortuna desde Horasia al Reino Medio.

Y de todas formas, ¿quien diantres se cree las historias de fantasmas?


Tours-en-Savoy

Tours-en-Savoy es un pueblo fortificado de pequeño tamaño, muy apropiado como puesto fronterizo
y relativamente bien adaptado a los viajeros de corta, media e incluso larga estancia. Varios establecimientos ofrecen habitaciones de mayor o menor lujo a distintos precios.

El pequeño pueblo alpino es bastante tranquilo, pero sin embargo ha generado una pequeña sociedad centrada alrededor de los viajeros que se aventuran al castillo Xyntillan. Es bastante normal ver a distintos aventureros descansando en el pueblo, o preparando la siguiente expedición. Si no fuera por el propio Xyntillan, habría pocas razones para visitar este idílico pueblo de montaña.
El castillo parece atraer un número inusual de aventureros y sinvergüenzas, para consternación de los lugareños y beneficio de los negocios locales. El comercio fluye y el dinero abunda; por tanto, todo cuesta el doble en el pueblo. Los siguientes establecimientos son dignos de mención:

A) El Comediante Negro: Posada bautizada en honor a un actor que lleva tiempo muerto, pero del que se dice que embruja la taberna. Cierra tarde al caer la noche cuando todo el pueblo menos el bar de Layesque se ha retirado ya. Aunque funciona principalmente como taberna, cuenta con cuatro habitaciones para los viajeros. Cada habitación puede albergar hasta a cuatro personas, si bien el dueño, Fernand Bonnel no permite parejas de distinto sexo en la misma habitación (¡Para eso váyanse a casa de Madame Polidori!). Las habitaciones están limpias, y son cómodas Fernand Bonnel, apuesto propietario, sirve rumores para quienes gastan bien en su local.
Étienne, capitán mercenario retirado, se asegura de que no haya problemas mientras cuenta historias.

B) El Bar de Layesque: Un establecimiento de peor reputación fuera de la empalizada. Es un buen sitio para encontrar a gente menos respetable. Música alta de madrugada cuando el resto del pueblo duerme. El propietario, Pascal Lavesque, dice lo que los clientes quieren oír con una sonrisa. Este establecimiento de mala muerte cuenta con dos habitaciones destartaladas y bastante grandes en las que pueden caber hasta seis
personas, si bien algo hacinadas. Pascal Lavesque, el propietario, no es dado a hacer preguntas y permite a personas de todo pelaje dormir aquí.

C) Prefectura: Mansión lujosa sobre la cárcel del pueblo. 150 soldados, pero 50 están de permiso y 50 están patrullando la montaña alrededor. Con esto, la leva efectiva en un momento dado es de 50 hombres.
Jean-Giscard Malevol, actual propietario de Xyntillan ha destinado al decadente y en general ineficaz Justin Saint-Égréve para mantener la paz en las montañas, una tarea para la que no tiene ni talento ni interés.

D) La casa de lenocinio de Madame Polidori. Un excelente establecimiento dedicado a las artes.
Madame Polidori, cantante de ópera retirada, busca obras de arte para comprar. También tiene interés en obras de teatro, libretos de ópera y partituras, por las que pagará su precio al contado sin hacer preguntas.
Sus atractivas chicas salen de Vinsalt o cualquier pueblo de la zona, aunque la mayoría abandonan la montaña al de un tiempo cansadas de las locuras del valle.
Este ‘‘establecimiento’’ cuenta, para sorpresa de nadie, con muy buenas habitaciones y tiene una nada desdeñable segunda función de ‘posada de calidad’, aunque el resto de habitantes del pueblo, muy dados a chismorrear sobre el tema, siempre sospecharán de que los huéspedes se hayan deleitado con el resto de servicios que ofrece el negocio. Madame Polidori ofrece hasta ocho habitaciones, aunque cada habitación puede acoger solo hasta dos huéspedes o a un huésped y una de las chicas de la casa. Las habitaciones son de una calidad excelente y la comida también.

E) La ermita de los 3 arcoiris de Tsa. Esta pequeña y simple iglesia gótica ha recibido hace poco al joven bendito Bernard como nuevo párroco, nombrado por el hermano de la lagartija de Vinsalt –la cabeza de la Iglesia en la ciudad– tras la desaparición de su predecesor, Chlodowig. Chlodowig es servicial pero inexperto, y se siente muy cohibido por ello. Además, está convencido de que una noche vió moverse a las gárgolas del tejado y de que alguien lo vigila desde los bosques «donde presuntamente aún rondan criaturas paganas y hombres extraños». Se encuentra fuera de la empalizada que protege el pueblo.

F) ‘La Quimera’: La botica de Jacques. Una casa pulcra marcada con la estatua de madera de una quimera tallada por alguien que obviamente nunca ha visto una. Jacques Valt es un apotecario ansioso y mojigato que vende pociones y medicinas que guarda en su almacén: le interesan componentes exóticos para pociones alquímicas.

G) Curiosidades y Antigüedades: Edificio destartalado lleno de todo tipo de basura vieja. El propietario, Gerald Vonbiert, tiene contratados a dos muchachos fornidos, Simón y Jacob, para evitar malentendidos. En una esquina polvorienta hay un musculoso hombre de arcilla, que se rumorea que es su golem.

H) Ermita de Peraine: Desde que empezaron las exploraciones del castillo, la Iglesia de Peraine vio que necesitaba traer aquí su credo para ofrecer la necesaria sanación a los aventureros que volvían de explorar el castillo. Chlodowig decía que mas bien les había atraído la posibilidad de llenar su bolsa con donaciones.
Tiene anexo un pequeño hospital de campaña que es gratuito (aunque las donaciones se sugieren y agradecen). La ermita es administrada por la bendita Geraldina, con otras seis benditas de Peraine a su cargo. De ellas, Cloevethe es quien lidera el pequeño hospital de campaña.
Aunque a priori nadie pensaría en la ermita para dormir, la verdad es que esta ermitae cuenta con un pequeño convento de monjas y una hospedería. Esta permite que hasta doce viajeros duerman en su única sala común, y ofrece comida sencilla, pero bien cocinada por las benditas. Solo los hombres duermen en esta sala: las mujeres son invitadas a dormir dentro del convento como puedan, en celdas algo más cómodas diseñadas para las benditas. Aunque este servicio es gratuito, se conmina a los viajeros a hacer alguna donación, y solo se permite a juicio de Geraldina.

I) El Bar de Jeanette. Con los precios disparados en el pueblo por culpa de los aventureros, Jeanette abrió su propio bar solo para los vecinos, donde mantiene los precios razonables.

J) La fragua de Szandor: Una herrería que provee al pueblo de los útiles necesarios. También trabaja armas y armaduras bien cobradas para aventureros. Szandor es un hombre fuerte hablador, optimista y jovial de melena morena envidiable, y bien parecido con mucho éxito entre las mujeres del pueblo. 

K) La arquería de Wulfgira. Aquí fabrica arcos, flechas y también saetas y ballestas Wulfgira, una fuerte thorwalia pelirroja de mediana edad que lleva en Horasia la mitad de su vida. Llegó como incursora y se quedó fascinada por la cultura de Horasia. Aficionada al teatro, lo echa en falta en Tours-en-Savoi. 

L) La corrala de Eluviette. Una granja, la mayor del pueblo, que produce para sí, y para vender. Amplia oferta carnica de todo tipo. Mortagu Malevol "el Verdugo" se deja ver por aquí, rondando a Finnia, una criadora de gansos.
 

A una hora del pueblo al sureste está el antiguo chatteau de los Malevol. El chatteau está en muy buenas condiciones y muy cuidado: esto se debe a que el prefecto lo está alquilando a espaldas de Jean-Giscard Malevol a grupos de aventureros adinerados. El chatteau se alquila con servicio (diez guardias y ocho criados). Puede hospedar con comodidad hasta a cuarenta personas, aunque considerando los miembros del servicio, ‘‘solo’’ hay veintidós camas disponibles.