El coleccionismo no es el hobbie. Es otro hobbie.
Hablar
de rol no es rol, como hablar de cocina no es cocina. Está muy bien, y a
los que les guste la cocina deben hablar de ello, pero no es cocinar.
Hablar,
teorizar, incluso escribir, o comprar son cosas muy cercanas e incluso
necesarias si queréis decirlo, pero no son cocinar.
Si, experto en editoriales, precios, tiradas, y en los libros como material.
El
rol es lo que se hace con esos libros. No eres Corso en la novena
puerta. Ese coleccionista igual no sabe las diferencias entre las reglas
de tecnomantes de SR3, o SR5.
Ese
coleccionista, si juega, vale, pero cuando dejas de jugar y sigues
comprando, pues ya no estás en el rol, estás en el coleccionismo. De
rol, pero coleccionismo.
Estás más en el coleccionismo que en
el jugar, como quien colecciona micromachines, pero no juega con ellos.
Con el rol igual. El rolero lo es por rolear, no por comprar.
¿Lo
eres por leer, aunque no juegues? No voy a discutir por eso, lo que si
voy a discutir es que haya una parte del rol que sea comprar.
Un
hobbie, y coleccionar el hobbie, obviamente van de la mano, pero no
vendamos el cuento de que "jugar, leer, y coleccionar son las tres patas
del hobbie".
Es
un punto común en el que caen coleccionar, y jugar. El futbol es
jugarlo, también verlo si quieres, o leerlo, pero desde luego no es
poner muchas camisetas en tu casa. Eso es coleccionismo tocando el futbol. No la parte del fútbol que es coleccionar. No existe tal parte.
Claro
que se mezclan, y claro que es raro un rolero que no compre –los hay,
juego con ellos, y digo no comprar, no comprar poco, o no comprar desde
los 90, personas que juegan cada 7 o 15 días sin tener ni un manual
original y juegan de aprender sobre la mesa por qué ni leen casi– y
claro que un auténtico apasionado siempre tendrá algún manual pendiente
de leer (alguno), pero que se mezcle no significa que sea.
Comprar rol ni es rol, ni es ninguna pata del rol.
Patas
del rol pueden ser rolear, los sistemas, gestionar la parte humana de
la mesa, lo que uno quiera defender, pero no comprar.
No
discuto que en el mundo del coleccionismo hay cabida para el rol como
para las llaves o los condones, y que un coleccionista tiene una pasión y
ama sus posesiones –en el sentido físico, ya que puede que no las use y
se deleite solo observando. Este tipo de coleccionismo existe, como el
del rol que va a la balda sin leer– no discuto incluso que de cierta
forma el coleccionismo tiene una faceta cultural, pero lo que hay que
discutir es que una parte del rol es coleccionar.
El coleccionismo no lo forman personas malvadas hipercapitalistas decididas a destruir los valores sanos que atribuimos al rol.
Al
contrario, imagino que por cada coleccionista puro que compra y lee
pero tiene la desgracia de no poder jugar a pesar de sus esfuerzos, hay
varios que igual compran de más, pero realmente juegan y son parte del
mundillo, aportando no poco probablemente.
No
hay que demonizar a los coleccionistas con el meme de "compras y no
juegas jijijiji", al contrario, posiblemente tu máster sea coleccionista
en cierto grado.
Lo
que hay que mirar es cuántos podcast y así que romantizan la figura del
coleccionista son técnicas publicitarias de webs que se ganan la vida
con este mercado sacando comisión al intermediar y están dando de comer a
quienes luego van por internet hablando de lo bonito que es
coleccionar.
Eso
si conviene diferenciar, como todo en la vida; lo que es opinión, lo
que es opinión teñida de justificación de quien gasta en rol pero se va
alejando de los dados, y lo que son estrategias publicitarias de
profesionales de esto.
Donde
hay que cortar es en la tendencia (acorde a los tiempo) que va
empujando hasta considerar que la parte de comprar es una más del ocio.
Concretamente de un ocio que precisamente puedes consumir años sin
comprar un manual ni aprenderte un sistema por qué otros te llevan.
Que
no señores, que en el hobbie de los gatos lo importante es convivir con
ellos, cuidarlos, educarles, no hay ninguna pata que sea comprarles
–aunque existe un negocio que te los vende, porsupuesto, y muchos son la
única manera de tenerles–
La
(fracasada) batalla cultural contra el consumismo rampante, del cual
está es solo una representación en nuestro hobbie, hay que darla en
muchos lados, y este no es el más importante, precisamente.