El pueblo de Wallof queda entre Bugenhog y Zwerch, por encima de los bosques.
Es un pueblo perdido al que no llega ningún camino, comercio y rara vez viajeros que viajan campo a través.
El pueblo está en la linde del bosque, a los pies de un promontorio del bosque en el cual hay un castillo desde culla muralla los vigías de ronda pueden ver normalmente acercarse a cualquiera.
El pueblo es conocido tan solo por el castillo, por el maestro herrero Enano que tiene su fragua aquí, y por la casona en la que los viajeros pueden hospedarse y comprar provisiones. La casona de Wallof es regentada por un matrimonio y su hija. Es un negocio caro pero que deja buen sabor en todos los sentidos.