viernes, 21 de mayo de 2021

Bornlanda


Otro buen trabajo de Yrdin. En este caso, Bornlanda. Una de las regiones que mas me interesan y estoy esperando a poner en mesa.

“Bluuglak vaas. Mjaaso gaag?“ (¿Que tal la comida?)
Saludo trasgo


Geografía

La Bornlanda sólo tiene fronteras definidas donde las aguas forman líneas divisorias claras: el rio Misa en el sur, el Mar Tobriano en el sureste y el rio Walsach en el este. Los Altos del Wal del Norte marcan la frontera septentrional y la transición al Reino del Hielo de Glorana. Al oeste, el río Born bordea la región aproximadamente hasta la desembocadura de su afluente, el Aspe, donde se convierte en el bosque del Born, que también pertenece a la Bornlanda, aunque nadie ha determinado dónde termina el bosque del Born y dónde empieza la Hoz Roja. Las Piedras de Dragón del sur pertenecen nominalmente al Ducado de Tobrien, pero esto no impide que sus habitantes más activos, los dragones, se den un festín con el ganado bornio.

Las tierras de la Bornlanda

La Bornlanda está dividida en tres regiones: La Marca, Festonia y Seweria. Sin embargo, las fronteras entre ellas no están exactamente definidas, ya que estas regiones no son los dominios de un solo señor o duque, como es el caso de las provincias del Reino Medio, sino que se diferencian principalmente por sus paisajes, su historia y su cultura.

La Marca

La Marca, la parte más suroccidental del país, se extiende a lo largo de la costa del Mar Tobriano desde Vallusa hasta la desembocadura del Born. Las Piedras del Dragon forman una barrera al oeste y al sur respectivamente. El rio Born es la frontera entre la Marca y Festonia en el este. En la zona entre Firllnen y Piedra del Born (situada en el limite oriental del Bosque del Born), sirve de frontera entre la Marca y Seweria. No está claro hasta dónde se extiende la Marca, ya que nadie considera que el Bosque del Born sea una parte verdadera de la Marcas. La mayoría de los pueblos se encuentran cerca del Mar Tobriano, que es rico en pescado. Pero también en el interior del país hay buena tierra cultivable, en la que crecen las famosas patatas de bornias, y los exuberantes pastos para el ganado vacuno, caprino y ovino, ofrecen buenas condiciones de vida. El interior, entre las Piedras del Dragón y Bosque del Born, se caracteriza por sus pantanos, lagos y bosques impenetrables. Sólo en los últimos años algunas de las pequeñas aldeas de la zona, como Cepodragón (situada entre el limite austral del Bosque del Born y las Piedras del Dragón), se han convertido en verdaderos pueblos gracias a la conexión con la Senda de las Siete Baronias y a los refugiados de Tobrien.

Festonia

Festonia es la parte más pequeña, pero más poblada del país. Sus fronteras son el rio Born al oeste, el Mar Tobriano al sur y el rio Walsach al este. En el norte, la frontera con Seweria no está definida, porque ninguna de las dos regiones quiere contar con los traicioneros Pantanos del Ojo Rojo (situados sur del rio Brinna), como parte de su territorio. La mayoría de los habitantes de Festonia viven en las ciudades de Festum y Neerena. El resto de los pueblos y aldeas se concentran a lo largo de los dos grandes ríos, Born y Walsach, y a lo largo de la costa, donde la tierra está bordeada por altas dunas y las marismas de los Montes del Carnero y el Mar Tobriano.

Seweria

Seweria, la tierra ancestral de los bronnjars, es la región más extensa, boscosa e inhóspita de Bornlanda. Varios ríos menores atraviesan el territorio: el Ilum, el Sewereja, el Drulga, el Brinna, el Ouve y el Volle, pero de ellos sólo el Brinna es navegable. Born y Walsach también forman los límites occidental y oriental de la provincia. El límite sur está marcado aproximadamente por los Pantanos del Ojo Rojo. La frontera se extiende "hasta donde alcanza el brazo de la espada", como dicen los Sewerios. Uno de los asentamientos más septentrionales es Linde Miseria. Más allá de ellos sólo se extienden el inquietante Páramo del Hombre Muerto y los vastos bosques de los Altos del Wal del Norte.








De la bendición de Efferd y de la maldición de Firun


Los inviernos largos, nevados y fríos, con las primeras nieves en Efferd, y los veranos cortos y cálidos caracterizan a la Bornlanda. En las regiones cercanas al Mar Tobriano, el clima está templado por el mar, por lo que aquí se encuentran las mejores tierras de cultivo. En primavera y otoño, las fuertes lluvias caen sobre la tierra cuando las nubes se amontonan frente a los Altos del Wal del Norte. Desde Phex hasta Ingerimm, el agua del deshielo se suma a esto, de modo que el terreno parece consistir sólo en charcos poco profundos, barro hasta las rodillas y fango y es intransitable durante largos tramos. Durante Phex, especialmente, las densas nieblas marinas se desplazan hacia el interior. En verano, con el viento llega el Rondrikan y sus tormentas atronadoras.

Cuanto más al norte, más frío e inhóspito se vuelve el terreno. La influencia del impío reino del hielo de Glorana (la Bruja del Hielo,) hace que los inviernos sean inusualmente duros, y en Seweria el toque de Nagrach (el archidemonio del norte y su Cacería Salvaje) puede sentirse a veces incluso en verano en forma de repentinas ráfagas heladas. Una peculiaridad de la Bornlanda es el Aliento de Dragón, un viento irregular pero constante que ruge hacia el sur desde los Montes del Wal, llevando consigo ceniza y olor a quemado. Los campesinos se tapan entonces los oídos con cera de abeja, pues se dice que en el aullido de la tormenta suenan las voces de los caballeros del teatro condenados que fracasaron en su camino, y quien oye sus llamadas debe seguirlos a su propia perdición.

De pinos y nogales

Los oscuros bosques de coníferas y los vastos pantanos son la imagen común de la Bornlanda. Esto es cierto en gran parte, pero en los terrenos arenosos de la Marca y Festonia prevalecen los bosques de pinos y encinas. En el norte, dominan el abeto negro y el abeto espada. Los campamentos suelen instalarse cerca del serbal, que se considera el hogar de los espíritus protectores de los árboles y es venerado como árbol sagrado por los norbardos. En el pantano y más al norte, crece el pino y en el terreno abierto, sobre todo hacia las Planicies Verdes, prosperan principalmente el álamo y el sauce. En toda Seweria hay también amplios bosques de abedules. Las laderas de las montañas también albergan el alerce, cuya madera fuerte y con aroma a resina se utiliza a menudo para los muebles.

También crecen los árboles frutales silvestres como el manzano, el peral troll (también conocido como bodirbime) y las guindas. Los castaños se encuentran, sobre todo, en el valle del Walsach, su aceite es vendido por los norbardos del norte como protector solar, mientras que los frutos se utilizan en la cocina bornia. La ortiga bornia, el espino del alba (las espinas tienen un dedo de largo, sobresalen de los tallos y las ramas son de forma retorcida y de color negro azabache, también tiene grandes flores, durante todo el año, en forma de cáliz por las que se puede discernir la edad de cada arbusto, si brillan como el oro, el arbusto tiene pocos años, si son de color púrpura intenso, el arbusto lleva muchas décadas en este lugar y se dice que se han visto con flores negras, que se remontan a la época de la maldición del rey hada Amraldin) y la hierba del páramo son algunos de los peligros de la tierra, pero la flora también tiene reservadas plantas mucho más agradables, como el fragante levkoje o la magnífica columbina.



De la fauna

La mayoría de las especies animales típicas de Aventuria del Norte también son nativas de la Bornlanda. Sin embargo, el animal bornio por excelencia es el alce, "el viejo del bosque", como también se le conoce por aquí. Con su barba, el labio inferior colgante, la joroba y la enorme nariz de carnero, tendría un aspecto bastante extraño, si no fuera una imagen imponente de poder ancestral con una altura de 12 pies (2,4 pasos) y un peso de más de 800 piedras. Cuando entra en cólera se convierte en una seria amenaza.

Su patada puede aplastar cráneos de oso, un golpe con su asta (con un alcance de hasta dos pasos) puede romper todos los huesos de un caballo. Se le considera extremadamente vengativo y de mal genio. Sin embargo, como fuente de carne, el alce es muy apreciado en la cocina de los bronnjars. Incluso se puede convertir en una montura (obstinada).

Además del alce, los representantes típicos de la fauna bornia son el oso negro, el cenagoso (mono excepcionalmente cobarde, pero en grupos más grandes se vuelven enormemente peligrosos, llegando a lanzar piedras) y el valiente lince solar (tan alabado por su valentía que se cree que es el guardián nocturno de Praios). Más común en el noreste, durante los últimos años, es también el temido lagarto de las nieves (su color blanco hace que sea difícil de detectar, vive en regiones nevadas muy áridas, por lo que ataca a casi todo lo que parezca comestible). Otros animales más inofensivos, que se encuentran principalmente en el norte de la Bornlanda y que son de gran utilidad como proveedores de pieles, son: el armiño, la marta y el visón, cuyo color de pelaje va desde el gris azulado (por Norburgo y parte norte del Born), al marrón arenoso (en Ouvenmas) y al blanco plateado (Visones de Silsach), al igual que los tejones, los castores y los zorros. No menos codiciadas son las pieles del gamo plateado y del conejo salvaje de la Bornlanda. Se dice que los unicornios son nativos de los bosques profundos, mientras que los dominios de los dragones se encuentran en las Piedras del Dragón y los Montes del Wal, también se encuentran hipogrifos desde la Hoz Roja hasta los reinos bornios.

Están muy extendidos los cisnes cantores, sagrados para Ifirn, la dorada barnacla salvaje, sagrada para Travia, y la cigüeña, sagrada para Peraine. Ante la amenaza de que se mueran de hambre, los agricultores construyen cajas de anidación con ruedas de vagones viejos y colocan ranas muertas como alimento. Los cuervos de la Bornlanda están considerados, junto con varias especies de búhos, como animales brujos clásicos debido a su tamaño y a su naturaleza notablemente curiosa, que se vuelve hacia los humanos.

En zonas especialmente remotas vive el águila imperial. Sus poderosas alas de color marrón dorado con plumas alares de color rojo cobrizo se utilizan para confeccionar los arreos de las alas de los jinetes (también llamados Portadores Alados o Territoriales, un término que se remonta a la época de la Orden del Teatro) de la Casa Ilmenstein. Las lagartijas son escasas, salvo los inofensivos sumideros del Norbarden. Los ríos bornios son ricos en sabrosos pescados, especialmente sabrosa es la carne del salmón y el caviar del bornstor. También el cangrejo de río es un manjar, así como los mejillones de la costa del mar Tobriano y, por supuesto, las raras ostras perleras, que se pueden encontrar en las orillas del Mar.

Maldito miles de veces, más sanguinario que el más salvaje cenagoso y tan invencible como Fuldigor, es el animal más común de la Bornlanda: el mosquito. Desde principios del verano hasta las primeras heladas, los mosquitos, las moscas de la sangre, los tábanos y muchos otros insectos chupasangre se reúnen en enjambres y hacen la vida imposible a hombres y animales. Se supone que las hogueras de turba y varios remedios caseros proporcionan alivio, pero sólo la cara Piedra Mirbel es fiable (la Piedra Mirbel, también llamada Mirbel maloliente, es un tubérculo que parece una roca cubierta de musgo y su olor repele a chinches, insectos, pulgas, piojos y otros parásitos y es desagradable para los humanos).

Mascotas

Todos los tipos de animales domesticados conocidos en otras regiones del norte de Aventuria son autóctonos de aquí. La colorida raza de ganado vacuno, originario de la Bornlanda, se puede encontrar hoy en día en toda Aventuria. En las estribaciones de las Rocas de Dragón y la Hoz Roja, los peludos Gepürgsküh son ayudantes indispensables del campesinado local.

En la Bornlanda oriental viven los carneros medio salvajes de los Montes del Wal, que proporcionan una lana cálida, pero resisten cualquier intento de esquilado con sus majestuosos adornos de cuernos. Otra especie de la Bornlanda es el Bronnsoi, un sabueso con manchas blancas y marrones de pelo largo y rizado, que se utiliza en las cacerías de lobos que realizan los bronnjars. Hay una raza de perro de origen norbardo, el Sietevientos, que desarrolla una lealtad inquebrantable hacia las personas que están profundamente unidas a Hesinde, son perros esbeltos y larguiruchos que se han criado durante siglos para perseguir liebres, pero también como adorno y como perros de carreras, que proporcionan buenas apuestas a los ricos y nobles de todas las tierras.

En cuanto a los caballos, del famoso Gigante de Norburgo (caballo de pelaje amarillo-grisáceo, en el que los pelos de la crin y la cola suelen ser de color más oscuro, que tiran de las cargas más pesadas en los bosques del Born) y el poni Firn (pelaje grueso y desgreñado les protege bien contra los rigores del clima, criado a partir del poni de Paavi), cabe destacar las razas de la Casa de Ilmenstein. Entre otras cosas, se dice que en ellas corre la sangre de los legendarios caballos amazónicos.

Sin embargo, el animal más importante para el comercio es la abeja melífera, llamada Imme, que los norbardos consideran sagrada. Todo el continente de Aventuria se alimenta de miel y cera, que se producen en las regiones densamente arboladas de Seweria y la Marca. La miel picante de abeto, recogida por las Imme, goza de gran popularidad en los círculos superiores del sur, desde Vinsalt hasta Khunchom. También se dice que la Bornlanda es el hogar de la reina de las abejas, la Emperatriz Abeja. De su miel se dice que es un verdadero elixir de vida.

De los ríos

El Born

Este río es su fuente de alimentación, la ruta comercial más importante, el que fertiliza los campos con su barro o el que arrastra la casa y las migajas con su ira: los bornios llaman a su río "Padre Born" y concentran en él la reverencia, el amor y el miedo. Sus nacimientos, el Born izquierdo y el derecho, nacen en los Altos del Wal del Norte y se unen al norte de Norburgo para formar el Born propiamente dicho. Tras cruzar el bosque del Born, se convierte en la principal vía de comunicación de la tierra, por la que balsas y barcos llevan sus mercancías a Festum. Una vez que el Born ha dejado el espolón más meridional de los Pantanos del Ojo Rojo, queda flanqueado por pequeños asentamientos y granjas individuales. Finalmente, en Festum, el Born desemboca en el Mar Tobriano.

El Walsach

Si el Born sólo forma la frontera de la tierra al norte del Bosque del Born, el Walsach es un verdadero río fronterizo: separa las tierras bajas de las montañas, el mundo civilizado de las tierras salvajes inhóspitas, las tierras custodiadas por los Doce de criaturas inquietantes y misteriosas. El río nace al borde de las alturas de Ordwalser y serpentea por el oscuro hasta Linde Miseria. Desde allí sigue las estribaciones occidentales de los Montes del Wal hacia el sur y desemboca en el mar en Neerena.

Además de sus dos afluentes principales (Brinna y Nagrach), hay multitud de ríos y riachuelos. El Brinna es el único que puede utilizarse para navegar hasta Silling. El Nagrach adquiere una importancia especial, ya que se considera impío y maldito.

Los pueblos de la Bornlanda

La mayoría de los habitantes actuales de la Bornlanda son descendientes de los Caballeros del Teatro o colonos del Reino Medio. Niveses y norbardos vivieron aquí antes que ellos. La mayoría de los norbardos han conservado su modo de vida tradicional, aunque fueron expulsados de sus tierras por los Caballeros del Teatro y desde entonces vagan como clanes mercantiles itinerantes. Las tribus nómadas nivesas recorren las tundras del noroeste con sus grandes rebaños de karan. La mayoría de los niveses nativos de la Bornlanda viven en el oeste de Seweria. La mayoría ha abandonado su fe en los cielos y reza en su lugar a Firun, Ifirn y Travia.

Además, como hijas de Travia, siguen rindiendo culto a sus Gabetaj, simpáticos espíritus domésticos, en su mayoría femeninos, y a los Pirtinaj, los protectores de los baños de sudor.

Sin embargo, los primeros habitantes creadores de cultura de la tierra fueron probablemente los trasgos.

Los orcos rara vez se adentran en la Bornlanda, y cuando lo hacen son cazados sin piedad por los caballeros bronnjars. Los enanos viven sólo como emigrantes en Neerena, Norburgo y Festum, donde se ganan bien la vida como cotizados canteros, mecánicos, forjadores de armas y orfebres. Durante el regreso de Borbarad, todos los elfos, excepto unos pocos, abandonaron la Bornlanda hacia el oeste.

De caminos y puentes en la Bornlanda

Además de la ruta marítima, se puede llegar a la Bornlanda principalmente por la Senda de las Siete Baronias, que lleva desde Weiden hasta Cepodragón en la Bornlanda, o por el Paso Rojo entre las Piedras de la Salamandra y la Hoz Roja a través de las Planicies Verdes, hasta Norburgo. A través del misterioso Valle de las Torres (situado al norte de las Piedras del Dragon) un camino lleva desde Saldermilla hasta Vado Peraine en Tobrien, pero tras el conflicto con Borbarad y los Heptarcas, su papel comercial con Tobrien está disminuyendo lentamente.

Cuatro carreteras principales, pavimentadas y mantenidas regularmente, atraviesan la Bornlanda: la Carretera de la Corona que va de Brinbaum (donde el Walsach recibe a su afluente, el Brinna) a Norburgo. Esta se une en Pervin con la Carretera del Born, que pasando por Rodrebannt llega al norte de Festum. La tercera ruta principal es la carretera que recorre la costa y conecta Festum y Neerena. La carretera entre Torsin (situada en la carretera de la Corona, las al noroeste que Pervin) y Linde Miseria es la principal vía de tráfico de Seweria. La carretera que salía desde Treie (al noroeste, cerca de Brimbaum) a travésde Bjaldorn, solía ser una importante ruta comercial que llevaba a Paavi, pero ahora sólo es frecuentada hasta poblaciones cercanas. Otra carretera, la del oeste, está actualmente en construcción, es el regalo de despedida de Stoerbrandt y conecta la Senda de las Siete Baronías con la Carrera del Born.

Con estas carreteras, los viajeros pueden estar seguros de que cualquier daño será reparado rápidamente, ya que estas obras son encargadas y pagadas por la Asamblea de la Nobleza. Todos los demás caminos, sin embargo, caen bajo la jurisdicción de los bronnjars, por cuyas tierras pasan. Así, puede ocurrir que un camino recién asfaltado se convierta en un camino de carros tas pasar un mojón. Además, el terreno en amplias zonas es tal que la construcción de carreteras es completamente imposible y a muchos lugares sólo se puede llegar por senderos, medio hundidos en el fango, pistas inseguras o incluso sólo a campo través.

El momento más común y conveniente para viajar en la Bornlanda es entre el final de Ingerimm y el comienzo de Travia. Entonces, la mayoría de los caminos esta en buen estado, a diferencia de la época de lluvias en primavera y otoño, y es posible hacer senderismo o montar a caballo a campo través en algunos lugares. A partir de finales de otoño, la gente suele viajar en kaleshkas. En invierno, también se utiliza el trineo abierto en el rio Walsach, o el llamado trineo Ifrin, pequeño, plano y tirado por caballos.