viernes, 24 de julio de 2020

Yocai


Hay algunas islas en el norte del Mar del Sur que no se atribuyen todavía al desconocido Mar de Fuego y que se llaman Karipte del Sur. Entre estas islas destacan los puestos coloniales de Kemchen Cháset y Anterroa (Áaresy), así como el archipiélago Efferds Tränen donde está la base comercial independiente de Ghurenia.

Hay también algunas otras islas en el Karipte del Sur, que sólo son conocidas por unos pocos marinos.

El Mar del Sur, también llamado Mar de Fuego, es el tercero de los grandes océanos alrededor de
Aventuria. Separado del Mar de Perlas por el Océano Karipte y las Islas Forestales, la transición
del Océano Austral al Mar de los Siete Vientos se encuentra en el Cabo de Brabak. Sin embargo,
la mayoría de los marineros de la costa oeste se inquietan en cuanto pasan la altura de Brabak en su camino hacia el sur.

Porque más que cualquier otro océano, el Mar del Sur es un lugar de horrores desconocidos. 
Su segundo nombre deriva de la idea de que el sol está tan cerca del agua en el sur que se convierte
en fuego líquido. Muchos capitanes, en su mayoría piratas fugitivos y aventureros desesperadamente optimistas, atan fardos de paja al mástil principal cuando tienen que entrar en el Mar del Sur, de modo que si se enciende, todavía tienen tiempo de volver.

El capitán Belsarius Süderstrand fue uno de los primeros en informar sobre los enormes depósitos de sedimentos (los llamados Sargassos), y Ruban el Rieslander escribió sobre serpientes marinas de cien pasos de altura que anidaban aquí y eran combatidas por cachalotes.
Ya el manuscrito del Delfín, la sagrada escritura de la Iglesia de Efferd, menciona a Shamashtu, la princesa de todas las serpientes marinas, y a Bahamuth, el príncipe de todos los monstruos marinos y sus batallas contra Efferd y su hijo Swafnir. También el Rey Ballena, el primogénito de su especie, se dice que cruza los océanos en forma de una ballena de oro de cincuenta pasos. Marineros menos creíbles afirman haber conocido a H'Ranngar, la Serpiente de los Dioses, e incluso a Charyptoroth, el Ahogado Despiadado. 

Los monstruos marinos, que lamentablemente han sido documentados de manera convincente, son el pez tanque gigante, que causó que la Rosa de los Olivos de Beilunk zozobrara por una sola mordida en Brabak, y un animal gigante, un pez o una tortuga marina, que Ruban, el conductor de Rieslander, pensó que era una isla porque la tierra y los arbustos se habían acumulado en su espalda.

Los sobrevivientes de las naves de expedición Hedonia y Korisande nombraron peligros más tangibles hace unos 20 años. Las medusas rojas de fuego de medio pie y los tiburones tigre de más de seis pasos de largo, que afortunadamente sólo para los nadadores pueden volverse peligrosos, y un pez de aguas profundas de tal fealdad que lo llamaron "horripilante de aguas profundas".

Una amenaza menos espectacular pero muy real son los gusanos barrenadores. Como rara vez encuentran madera a la deriva, se meten en ella a una velocidad vertiginosa para anidar y poner sus huevos. Si la madera es la tabla de un barco, se sorprenden tanto como los marineros cuando se encuentran al aire libre con sólo perforar media mano. 

Las características amenazantes del Océano Austral son también la tendencia a la calma chicha, la falta de vientos constante. El siral del noreste es apenas perceptible a unos cientos de millas al sur de Brabak, pero probablemente también es responsable de la deriva de Brabak, que puede desviar los
barcos de su curso durante varios días.

Sin embargo, algunos lobos marinos y aventureros desafían todos estos peligros, ya que la gente es ahora consciente de las tentadoras perspectivas de descubrimientos y tesoros. La navegación hacia estos destinos es algo más fácil que cuando se viaja en dirección este-oeste, ya que la altitud geográfica puede ser leída a partir de la posición de las estrellas. Y con los registros de los marineros y expediciones mencionados, así como con la ayuda de la triangulación de Hylailer, el Astrolabio, y la “Buscasur” o brújula Kusliker, un maestro de la navegación puede encontrar fácilmente las islas dispersas de nuevo.

Y entre esas islas conocidas por pocos navegantes, está Yocai.

Yocai no figura en las cartas de navegación convencionales. La oportunidad de ganar dinero con las flores de Yocaina lleva a que las tripulaciones que conocen la isla tiendan a ser discretas con su posición, cuando la conocen hasta el punto de poder señalarla en el mapa mas que con un "por aquí mas o menos". Normalmente es el navegante quien sabe la posición y otros marinos se limitan a hacer lo que se les dice.

Geografía 

Una isla cuya costa está rodeada de peligrosos arrecifes tras los cuales aguardan acantilados rectos de roca salvo en 4 puntos;
Uno de ellos es una playa interior de limpia arena blanca a la que se puede llegar tras navegar con pericia a través de todavía mas arrecifes. Barcos de calado pueden permanecer en la playa interior y acercarse su tripulación a la playa en bote.
Otro, conocido por menos gente es una enorme caverna natural en la que incluso dos galeones podrían atracar. Es hogar de algunos tritokrakens y contiene cavernas angostas (no recomendables para quienes temas lo estrecho en muchos casos) y submarinas en gran medida que están sin explorar. No sirve para acceder a la isla.
Otro acceso es una cala exterior que no ofrece ninguna comodidad pero permite que se acerquen los barcos de gran calado (que sean capaces de cruzar los arrecifes).
El último acceso a la isla es otra playa exterior que no se encuentra tras mas arrecifes de los normales, constituyendo el mejor puerto, pero tiene poco fondo y solo pueden llegar a tierra barcos de pequeño calado, y quizás ni ellos con las mareas bajas. Normalmente los barcos se quedan a un lado de los arrecifes y envían sus botes que necesitan un buen esfuerzo hasta llegar a la arena.

Hay otras calas y playas en la costa, pero terminan en los acantilados (15 a 30 pasos). Estos son los pocos lugares donde marineros podrían desembarcar con la intención de ascender ganando altura hasta llegar a la planicie elevada de Yocai, contemplando el mar desde lo alto de los acantilados. Estos senderos son de roca, pues las frecuentes lluvias causan pequeños torrentes que caen por estas cuestas habiendo dejado la roca al descubierto. 

Y es que desde estos puertos naturales, el visitante no tendrá mas remedio que adentrarse en la jungla y comenzar a ascender abruptamente en dura cuesta hasta alcanzar la planicie unos 30 pasos mas arriba. Una vez superada la pendiente inicial, se llega a la semi planicie, una llanura de unos 15 Km de diametro cubierta de jungla y salpicada de colinas en cuyo centro se alza una cumbre de otros 100 pasos. Vista desde el mar, Yocai ofrece una sección que comienza con los acantilados y continúa ascendiendo  hasta su pináculo unos 130 pasos por encima del mar. Desde el promontorio, no se divisa ninguna otra isla a la vista en el mar.

Podría haber una red de cuevas bajo Yocai, tanto en la base rocosa emergida sobre la que asienta como posiblemente en la base rocosa sumergida. 

Flora y fauna

El clima es acuatorial, y la isla es un pedazo de jungla sin claros en medio del océano. La fauna autóctona contiene criaturas del mar (los tritokraken de la zona, cúspide de la cadena alimenticia, que han hecho de la gruta su hogar, delfines, tiburones, tortugas de mar, cangrejos, y peces diversos) aves de la costa (gaviotas, fragatas, y albatros cuando su temporada migratoria les hace asentarse en Yocai como parada en su vuelo), aves de la jungla (loros, papagayos, colibries y sinsontes), e insectos y otras criaturas de la jungla; menores como arañas venenosas (algunas mortales), mosquitos (portadores de la enfermedad tropical que los marinos bien conocen), o libélulas, y mayores como serpientes venenosas (algunas mortales, si), iguanas, o ciempies gigantes.

La flora es diversa, pero Yocai es conocida por la flor de Yocaina, con la que puede eleborarse un mortal (y exclusivamente caro) veneno codiciado por muchos asesinos. Es un arbusto que florece solo en otoño en condiciones tropicales, sus flores, venenosas al contacto son campañas blancas con estigma verde y anteras rojas. Aunque los expertos pueden crear polvo de Yocaina machacando flores hasta obtener el letal veneno codiciado por los asesinos, simplemente las flores de Yocaina al contacto ya son capaces de envenenar a un hombre; el roce aturde la mente, paraliza el cuerpo y crea sarpullidos sangrantes y picantes alrededor de donde ha tocado la piel. Los sarpullidos cicatrizan mal y dejan cicatriz tras haber curado. Los recolectores han aprendido a usar guantes de cetrero y similares para asegurarse que no tocan estas malditas flores. No se ha tenido éxito al pretender llevarselas para cultivo en otras tierras.

Flor de Yocaina 
Nivel: 3
Tipo
: veneno de ingestión o contacto, veneno vegetal
Reacción: Resistencia
Efecto: 1D6 PD (ignorando PRO) por asalto de combate, aturdimiento (1 nivel de Confusión) y parálisis (1 nivel de Paralisis) / Sin efecto.
Arranque: 20 asaltos de combate
Duración: 1 asalto de combate

Las copas de los árboles se encuentran unidas entre sí formando un dosel que cubre toda la isla.

El suelo es arenoso y se puede escavar bastante hasta encontrar la rota. Aunque crecen plantas en el suelo, el suelo está despejado y solo es necesario abrirse paso cortando en los primeros 10 o 20 pasos (en los lugares habituales de paso, hay senderos ya abiertos que indican los puntos de acceso habituales de los marinos). Una vez se ha penetrado bajo los árbelas, las plantas del suelo van desapareciendo prograsivamente hasta dejar solo unas pocas plantas altas, mas altas que un hombre en ocasiones o enredaderas trepadoras que crecen alrededor de los arboles ascendiendo para llegar mejor a la luz.

Climatología

Yocai es ecuatorial, con temperaturas casi siempre por encima de los 24 grados y por debajo de los 33. Solo unos pocos días al año las temperaturas llegan a los 22 o 35 y no se tienen que corresponder con el invierno o el verano. Los términos verano o invierno no tienen casi significado aquí como bien saben los marinos, y lo mas parecido a un invierno es la noche, cuando las temperaturas bajan un par de grados. Durante todo el año, la temperatura de Yocai es de entre 29 a 33 grados, con la mitad de los días entre 28 y 30, y la otra mitad o 24-26 o 31-33). (Los días de 30 grados puede aplicarse Calor I, pag 348)

La lluvia refresca Yocai, pero tras un par de horas la temperatura vuelve a ascender otra vez.
A la luz le cuesta penetrar las copas, por lo que la temperatura es menor bajo los árboles que en las calas o playas pero la humedad se mantiene, y las armaduras pronto comienzan a agobiar (de hecho, en cuanto se comienza a ascender por las pronunciadas pendientes hacia la semi planicie). La salitre del mar es obvia hasta que el marino se adentra bien bajo los árboles, donde todavía podrá notarla según los vientos del mar que se cuelen bajo las copas, su olfato, y el sudor de sus compañeros. 

Llueve con frecuencia, casi todos los días se produce alguna lluvia que enocasiones es mayor y puede durar 2 a 4 horas. Con frecuencia la lluvia sucede por la noche. Es raro mas de dos lluvias el mismo día, siendo una lo normal (y por la noche). 

Peligros

Además de los arrecifes que impiden acercarse a Yocai, los tiburones, y los tritokraken, entre quienes conocen Yocai circulan tres leyendas; la presencia de treants en la isla que no ven con buenos ojos a los intrusos, el dicho de ahogados de Charyptoroth que salen del mar caminando por su pie y suben a la planicie donde pasan la noche antes de regresar al mar antes de que nazca el día, y la existencia de un viejo y ruinoso templo en algún lugar de la planicie del que parten patrullas de espectros por la noche para proteger la isla.

Escalar los acantilados, si alguien osa intentarlo, es una prueba extendida (pag 26) de Trepar (Montañas) con dificultad -3 que requiere reunir tantos NC como la altura de ese tramo de acantilado (Es decir, entre 15 y 30 NC, representando cada NC 1 paso), considerando que la caída (pifia) puede ser mortal ya que se cae sobre piedras, o incluso cayendo sobre agua, las piedras de la costa asoman de ella.

Además, el mero hecho de realizar las pruebas de habilidad causa fatiga. Cada 5 pruebas obligan a una prueba de características COR y CON, que si se fallan, causan 1 nivel de Miedo acumulable (pag 33, introducir modificadores por altura y habilidad de Trepar), y fatiga, respectivamente.

Alguien fatigado debe hacer una prueba de Trepar o caerá. Si supera la prueba de Trepar y no cae, debe hacer otra prueba de COR para evitar acumular niveles de Miedo. No puede continuar ascendiendo por estar fatigado, pero podrá descansar pegado y agarrado a la roca hasta recuperar la energía y continuar.
Escalar hacia abajo tiene una dificultad -5. No es divertido fatigarte en medio de una pared sabiendo que no puedes descender ni tienes fuerza para ascender. Si por acumulación de niveles de Miedo se acaba Incapacitado, el PJ pierde asidero y cae. 

Si alguien logra escalar el acantilado, al coronar deberá hacer otra prueba de CON. Si supera, gana 1 nivel de Estupor, si falla, 3 niveles.

Atravesar los arrecifes es imposible con un barco. Las rocas se ven surgir con profusión del agua habiendo no muchas formas de maniobrar. Puede esperarse a la pleamar, cuando un barco de poco calado tendrá la oportunidad de hacerlo con una tripulación organizada y alguien al mando sabiendo lo que hace (Una prueba de Navegar, dificultad -4 una vez se dispone del secreto del oficio para barcos)

En la zona de la playa interior, hay mas arrecifes tras los arrecifes que rodean toda la isla. Esta segunda zona de arrecifes en la entrada de la bahía requiere también el mejor esfuerzo de la tripulación en pleamar, y siempre con un barco de calado poco profundo. (Otra prueba de Navegar, dificultad -4 para entrar a la playa interior)


Un barco que no sea capaz de atravesar los arrecifes siempre puede enviar botes hace la isla, o incluso marineros a nado, que mas o menos fatigados (300 pasos) debieran ser capaces de llegar a costa si saben nadar y no tienen la mala suerte de atraer a un tiburón... Normalmente los barcos fondean fuera de los arrecifes y envían botes, confiando en que ni el barco ni el bote atraigan la atención de los tritokraken. Los botes realizan las pruebas de Navegar con dificultad 0 y sin necesitar ningún secreto del oficio.

Historia

Quienes conocen la isla cuentan que alguien les contó, a menudo por que alguien se lo contó a él, que Yocai fue descubierta por piratas que la usaron para descansar, y que con la caída de la noche recibieron la visita de los ahogados de Charyptoroth. Quienes vivieron para regresar al barco, huyeron para contar la historia y poco a poco algunos capitanes valientes se atrevieron a explorar la isla.
Esta historia puede coincidir con el hecho de que Yocai no figure en los mapas comerciales ni de las grandes casas mercantes y sea algo de lo que solo se habla entre piratas.

No se habla de como la Yocaína acabo convertida en un codiciado veneno, pero se deja suponer con facilidad que una vez el primer y el segundo marino sintieron en sus carnes el roce de la flor, alguien acabo pensando que podría hacerse un veneno con ella, hasta convertirse en el único reclamo que Yocai ofrece.

Del nombre Yocai, se dice según a quien preguntes que era el nombre del capitán que la descubrió hace no muchas generaciones. Un capitán que puede ser Aranio, Bornlando, Maraskano, Mhanadistaní, Norbardo o Novadí según quien cuenta la historia. Si es que la historia contada lo detalla.

Otras historias dicen que hay ruinas de un templo en la isla, de la deidad de una vieja tribu canibal, de siervos de Charyptoroth (¡o que la otrora tribu canibal son hoy los ahogados de Charyptoroth que vuelven a su hogar de noche!), incluso un templo construido por algunos marinos a quienes la isla se les apareción en el interminable mar salvándoles de la muerte y lo levantaron para Phex.
Otras variantes de la historia hablan de nativos que levantaron un templo para sus dioses cuando los piratas comenzaron a venir a recoger la flor de Yocaína, y hay quien acaba la historia diciendo que los treant que se supone pueblan la isla obedecieron a esas plegarias. También hay quien cuenta que los constructores fueron Achaz, y otros que dicen que el templo está desde antaño dedicado a Charyptoroth.

Menos gente todavía que conozca de oídas Yocai ha fondeado en ella, y de entre ellos menos todavía ha visto todavía con sus ojos este templo, con lo que, aunque parece guardar alguna clave sobre el pasado de la isla, continúa siendo un enigma.

Sin duda un bardo podría encontrar muchas historias sobre Yocai sin llegar a saber si alguna de ellas es cierta.